SALUDOS

CAPITULO 7. LOS ABUSOS SEXUALES INTRAFAMILIARES.
Maltrato infantil ecología social: prevención y reparación.
Autor Jorge Barudy.

El abuso sexual intrafamiliar se tiene que ligar indistintamente con el concepto del abuso sexual incestuoso que da a entender que tanto el abusador como el niño victima están vinculados por lazos familiares y el termino agresión incestuosa para insistir sobre el carácter forzado de la situación. El abuso sexual intrafamiliar esta rodeado de factores que bloquean o perturban os mecanismos naturales que regulan la sexualidad al interior de una familia.

LOS MECANISMOS NATURALES DE EVITACIÓN DEL INCESTO.

Plantean los investigadores que los animales cuando su madre se encuentra en celo, evitan tener relaciones sexuales con ella, principalmente son investigaciones realizadas en monos. Un hecho curioso manifiesta que uno monos fueron criados por una tía y cuando esta estuvo en celo se alejaron, pero tuvieron sexo con la madre a la cual no percibían como tal, porque para ellos era su tía. Se explica que en muchas razas de mamíferos sociales, no existe lo que se observa en el hombre , que es el abuso sexual incestuoso.

Existe una teoría que plantea que también en las relaciones humanas existe un freno etológico en las relaciones sexuales, por tanto, los niños desde muy pequeños generan mecanismos de aversión al incesto, contrariamente a las teorías que atribuyen a los niños pulsiones espontáneas a sus padres. Por lo tanto en este modelo el tabú del incesto se apoya en una estructura afectiva, con emociones de aversión sexual, que inhibe la atracción y excitación del niño por el cuerpo de un adulto y viceversa. Esto se va producir por ambos una experiencia de apego suficientemente sana.

LA ETIOLOGÍA FAMILIAR DE LOS ABUSOS SEXUALES.

Aquí se analiza 2 factores 1) los factores sociales y culturales que lo condicionan y 2) los factores biológicos de la prohibición. Porque hay adultos que pueden abusar porque no tienen una emoción que frene la excitación sexual provocada por el cuerpo de un niño, de aquellos adultos que no integraron la norma social del tabú del incesto que lo prohíbe. En muchos casos estos 2 factores van juntos. En base a esto se distinguen en los casos de incesto en la familia dos grupos.

A) Un primer grupo de causas ligadas al trastorno biológico de la impregnación, que provocan a su vez trastornos fundamentales en la experiencia de apego y de la familiaridad.

B) Trastornos de la integración de la norma del tabú del incesto, como una consecuencia de alteración del proceso de socialización.

LA CLINICA DE LOS ABUSOS SEXUALES FAMILIARES: LOS TRASTORNO DEL APEGO Y LA INTOXICACIÓN BIOLÓGICA.

Trastornos del apego que favorecen el surgimiento del abuso sexual intrafamiliar se deben tanto a rupturas relacionales precoces como a vínculos simbióticos entre el niño y el adulto. En el primer caso existieron separaciones largas o repetitivas. En el segundo caso el adulto crea una relación simbiótica con sus hijos y, por lo tanto, la aversión sexual entre padres e hijos y entre los hermanos no funciona, porque la vida familiar transcurre como “ si mi cuerpo es tu cuerpo” o como “si tu cuerpo es mi cuerpo”.

Como se decía anteriormente, el abuso también pude ser consecuencia por de un trastorno en la integración del tabú del incesto. Por ejemplo, puede una conducta típica una niña sentándose en las piernas del papá. Ahora si el papá invita a su hija a realizar esta misma conducta a los 13 años, lo más probable es que la niña la viva con otro sentimiento, lo mismo que el bañarse juntos, el concepto de la desnudes, etc.

LA ONTOGENESIS FAMILIAR DEL ABUSO SEXUAL: EL INCESTO COMO PROCESO.

Las familias donde se comete un incesto se llaman familias sexualmente abusivas o incestuosas. Acá lo que sucede es que el niño es utilizado como “cosificación sexual”, ya que se utiliza para curar experiencias carenciales o vengar traumatismos vividos en la infancia. Aquí los niños se explotan sexualmente, y tampoco se benefician de aportes socioculturales y materiales de calidad para crecer sanamente (Barudy, 1989).

La ontogénesis del abuso sexual puede estar dada en que sea expresada como una modalidad homeostática, es decir, estrategias del sistema familiar (construidas a través de las generaciones) para resolver conflictos y problemas transgeneracionales, manteniendo un sentido de cohesión y pertenencia. El abuso sexual está enmarcado en un proceso relacional complejo, que se desarrolla en el tiempo y que rara vez ocurre como un hecho aislado o accidente, y por lo mismo se pueden apreciar a lo largo del tiempo períodos diferentes basados en:

1) Los actos incestuosos se desarrollan al interior de la intimidad familiar, protegidos por el secreto y la ley del silencio.
2) El incesto aparece a la luz publica a través de la divulgación de los abusos victimas, lo que implica una crisis para el conjunto de la familia, así como para su entorno (sistemas profesionales incluidos).

1) LOS ACTOS INCESTUOSOS PROTEGIDOS POR LA LEY DEL SILENCIO.

El abuso sexual es visto como una modalidad homeostática, que los miembros de una familia utilizan para mantener su cohesión y sentimientos de pertenencia. El trabajo clínico a permitido distinguir 3 componentes de este período

A) La fase de seducción.
B) La fase de interacción sexual abusiva.
C) La fase del secreto.

A) La fase de seducción: el abusador manipula la dependencia y la confianza de la victima, mostrándole juegos o situaciones que según él son sanas, normales entre padres e hijas, adultos y niños. Se toman precauciones para no ser descubiertos y se el9ige el momento y el lugar para abusar de la victima. Un periodo especial para el abuso, es cuando la esposa entra a la maternidad para dar a luz, porque el hombre está más tiempo solo y además compensa el sentimiento de perdida y abandono provocado por el nacimiento.



B) La fase de interacción sexual abusiva: los gestos abusivos de tipo sexual no son aislados, son diversos, son variados y se dan a lo largo del tiempo. El pedófilo o padre abusador, no se aprovecha de su hija de manera directa, sino cuando está bastante avanzada la interacción sexual abusiva.

Frecuentemente se comienza con gestos de exhibicionismo paseándose semi desnudo delante de la victima. En otros casos se invita a la niña a pasear al cuarto de baño mientras se ducha, etc. Luego vienen periodos voyeristas, donde se solicita a la victima que le muestre los órganos sexuales, para seguir con manoseos y posteriormente obligarla a manosear el sexo del adulto etc. En etapas mas tardías ocurre la violación de la victima que por lo general comienza por la felación, penetración digital del ano y vagina, o lo que se denomina la penetración seca, que consiste en frotar el pene en la zona anal o vaginal de la victima hasta eyacular. La penetración genital o coito ocurre en una fase avanzada, es con mayor frecuencia anal que vaginal. Como la mayoría de los especialistas se asombra con esto cuesta mucho mas detectarlo, porque es algo impensado que un padre pueda hacer con su hija.

C) La imposición del secreto y la ley del silencio: comienza casi a la par con las interacciones sexuales, porque el abusador sabe que está trasgrediendo la ley y se protege, y además quiere seguir realizando la conducta y por eso se cuida de no ser sorprendido. Impone el silencio desde la amenaza, la mentira, la culpabilización hasta el chantaje y la manipulación psicológica. Le da a entender a la victima el peligro que existe para él, para ella y para su familia, el divulgar lo que pasa entre ellos. Los niños muchas veces entran en la dinámica del chantaje con lo que obtienen favores, regalos y privilegios del abusador y esto permite la desculpabilización del abusador y al contrario aumenta la culpa y la vergüenza del abusado.

Por ejemplo en el caso de los adolescentes cuando ellos mantienen una distancia con el abusador, es verdad, que una parte de su ser queda traumatizada, pero su dignidad se mantendrá intacta. Esta dignidad se logró, porque a través de la rabia que sentían contra su agresor, pudieron guardar la distancia necesaria para entregar su cuerpo pero protegieron y mantuvieron su subjetividad. Esto permite que se divulgue más rápidamente la situación de incesto o a un pedófilo. Lo más grave es cuando la victima es “aspirada” por el abusador” perdiendo toda capacidad de experienciarse como una victima de abuso, debido a que es común que se experimente placer en la relación, lo que producirá consecuencia catastróficas en su vida adulta.

2) LA DIVULGACIÓN: LA CRISIS PARA LA FAMILIA Y LOS SISTEMAS DE INTERVENCIÓN.

Se rompe el sistema familiar como resultado de la divulgación de los hechos abusivos por parte de la victima. También corresponde a un momento de crisis tanto del sistema familiar como del sistema social que le rodea incluido los profesionales. En este segundo período nos ha sido posible distinguir 2 fases:

1) La fase de la divulgación propiamente dicha.
2) La fase de represión del discurso de la victima.

1) El momento de la divulgación: existe una divulgación accidental y una divulgación premeditada. En la primera los hechos abusivos son descubiertos accidentalmente por un tercero, por ejemplo por alguien que entra en la habitación, en el momento que un padre o padrastro está abusando de la niña, otras veces por una enfermedad de trasmisión sexual, o en casos más dramáticos por un embarazo.

En el caso de la divulgación premeditada se ha tratado de investigar que factores deciden o impulsan a la victima a comunicar su condición rompiendo el secreto. Esto es muy común en los niños entre 2 a 10 años. La causa principal de la denuncia es el dolor que le provoca la penetración, más que pensar en las consideraciones futuras de lo que le pueda suceder. En el caso de los adolescentes la divulgación premeditada gira en torno a un conflicto de autonomía, consecuencia de la adolescencia. En la época adolescente es muy común que los niños empiecen a tener más amigos debido a que así comienza el primer desapego, por tanto la niña divulga ese secreto para obtener mas libertad. También la victima acusa la violación cuando su hermana también es abusada por su padre o con el nacimiento de un nuevo hermano en la familia, porque surge en ella el miedo de quedar embarazada de su padre, o cuando la madre decide divorciarse del padre.

2) La fase represiva: luego de la divulgación existe una serie de comportamientos y discursos que tienden a neutralizar los efectos de la divulgación. Esto no tan sólo por parte de los miembros de la familia, sino también por parte de los miembros del entorno, incluyendo los profesionales la familia busca la neutralización para recuperar su equilibrio y por eso trata de eliminar las perturbaciones provocadas por la denuncia de hechos incestuosos. Se descalifica a la victima, a su discurso, o se niega la evidencia de los hechos.

Aquí no solo participa el abusador, sino también la esposa, los hermanos, hermanas y también policías, médicos, jueces, etc. Por eso muchas veces las victimas se retractan de lo divulgado.

LAS DINÁMICAS FAMILIARES SEXUALMENTE ABUSIVAS.

Las familias donde ocurre abuso sexual, son familias donde no se ha integrado el tabú del incesto adecuadamente y por eso los contactos sexuales entre los miembros de la propia familia, o el sólo hecho de pensar eso no les causa rechazo. Estas familias se caracterizan por fronteras demasiado abiertas o al contrario extremadamente cerradas. Los roles familiares son poco claros y las historias familiares incoherentes. Las jerarquías, sentimientos y comportamientos son ambiguos, así como los estado afectivos y sentimentales mal definidos. Por ejemplo los limites entre la afectividad y la sexualidad no son consistentes. El padre piensa que si la hija acepta una demostración física puede aceptar una invitación sexual. La estructura de la familia no es segura para el niño porque todo gesto puede dar lugar a malos entendidos con resultados imprevisibles.

LAS ORGANIZACIONES FAMILIARES INCESTUOSAMENTE ABUSIVAS.

La reacción de la familia frente a la divulgación de la victima, más las informaciones recogidas durante las sesiones permiten distinguir 3 tipos de organización familiar: 1) La organización familiar enmarañada y altruista. 2) La organización promiscua caótica, indiferenciada y usurpadora y 3) La organización rígida, absolutista y totalitaria.

1) La organización familiar enmarañada y altruista: esta familia después de la divulgación utiliza un lenguaje de arrepentimiento y de perdón. Arrepentimiento del adulto abusador y perdón del conjunto de la familia, victima incluida. El padre tratará de convencerse y convencer a los demás que no sabe porque abuso a su hija y dice que fue sobrepasado por una fuerza que no pudo controlar, se siente preso de una angustia y un profundo malestar y dice sentirse aliviado por sentirse descubierto y denunciado.

La familia describe al padre como afectuoso, tierno y cercano a sus hijos, ocupándose de manera activa de ellos desde que nacieron, a medida que crecen él, se implica más y más en la vida de ellos, presentando una tendencia a invadir los espacios individuales de sus hijos, especialmente en lo que se refiere a los contactos corporales, por ejemplo juegos corporales.

Los sentimientos de arrepentimiento generan en los profesionales una ambivalencia, pues por una parte se quiere proteger la cohesión de la familia minimizando los hechos, o denunciarlos a la justicia para obtener el castigo del padre incestuoso.

2) La organización promiscua caótica, indiferenciada y usurpadora: la reacción de la familia es el estupor, porque están sorprendidos por la intromisión de los profesionales incluyendo la justicia, en sus asuntos de familia. El abusador no muestra ningún signo de pesar. Si reconoce los hechos, los justifica a partir de sus creencias abusivas, considerándolos como comportamientos naturales, con argumentos como que es normal que un padre eduque sexualmente a su hija o la prepare para las cosas de la vida. La promiscuidad, las interacciones caóticas y la falta de fronteras generacionales son las características notorias de esta organización familiar. Hay rupturas relacionales múltiples y repetidas a niveltransgeneracional.

La estructura y organizaciones familiares son muy heterogéneas y variables; por ejemplo: los niños viven con un padre que no es el biológico, o con una madre biológica sólo de algunos niños. La promiscuidad se debe a la pobreza y a la marginalidad que facilita el hacinamiento y los comportamientos predadores y, por ende las agresiones sexuales, por eso se lee como normal las relaciones entre adultos, niño, y hermanos. Existen además carencias psico-socio-afectivas que se dan de manera transgeneracional. Los niños, son presas de adultos en busca de ternura, de calor humano y de poder.

La familia no logra tener intercambios positivos con el entorno (trabajo, amigos, obligaciones administrativas etc) lo que refuerza el aislamiento y el repliegue de la familia sobre sí misma. En la mayoría de los casos los padres fueron abandonados, victimas de negligencia, de maltrato físico y abusos sexuales. También existen experiencias de separaciones precoces y colocaciones múltiples en diferentes instituciones. Cuando pudieron vivir en familia, fueron utilizados para la supervivencia de sus padres y ahí aprendieron a utilizar a los demás.

La crisis de la revelación se vive sobretodo en los profesionales, quienes se encuentran desbordados no solo por el hecho de conocer los abusos, sino por la multiplicidad de problemas que estas familias presentan, por eso cuesta trabajar con estas familias en programas terapéuticos, porque los profesionales se sienten invadidos por el pesimismo y el escepticismo, es como si estos mitos de destrucción y de supervivencia, infiltraran los sistemas profesionales, provocando una parálisis, con la esperanza de lograr un cambio.

3) La organización rígida, absolutista y totalitaria: la reacción de los miembros a la divulgación se caracteriza por la negación, el rechazo y la culpabilización de la victima. El abusador a pesar del relato sigue manteniendo su inocencia, invocando relaciones familiares inexistentes y un mundo moral, puritano; que contrasta totalmente con lo que se acaba de descubrir. El discurso del sujeto es dogmático, excluye toda posibilidad de crítica en sus gestos. Se enfurece cuando algo nuevo se cuestiona de él y es incapaz de reconocer los actos cometidos. Si las evidencias son demasiados clara, acusara a su hija de haberlo incitado o provocado. A menudo la madre descalifica el testimonio de sus hijos.

En la organización de este tipo de familias existe “una regla mítica” que se expresa por : “esta prohibido conocer”, es decir, no se puede reflexionar sobre el conocimiento, y como consecuencia sobre la vida misma. En este sistema totalitario las experiencias subjetivas y emocionales de cada sujeto son negadas y las creencias rígidas y dogmáticas construidas en dinámicas transgeneracionales abusivas, son mas importantes que el respeto a los individuos. Además estas creencias tienen también la función de mantener el poder de un padre autoritario y absolutista.

Este adulto abusivo es casi siempre un niño abusado (el abusador es un abusado que abusa) por eso se habla que esto es la consecuencia de un proceso colectivo con una multiplicidad transgeneracional de actores y de responsables. El profesional debe combatir para detener este circulo repetitivo del abuso y la violencia. La posibilidad de dialogo interpersonal en estos sistemas familiares está excluida, por tanto el desafío en tanto seres humanos portadores de un rol social terapéutico es contribuir a crear las condiciones para que este dialogo sea posible, pero es necesario creer en éste y comprometerse en su concretización